Tsvetanka Elénkova (Sofía, 1968) es poeta, ensayista y traductora. Ha publicado seis volúmenes de poesía y dos libros de ensayos. El séptimo gesto ha sido editado en Inglaterra, Francia y Serbia. Su libro Izkrivyavanie ha sido editado en Inglaterra, EEUU y Francia. Sus poemas se han traducido a más de veinte idiomas. En español y gallego aparecieron en las revistas Ærea, La Otra, Posdata, Luzes y en la antología Cartografías subterráneas. Elénkova ha traducido a los poetas gallegos Rosalía de Castro, Lois Pereiro, Manuel Rivas y Chus Pato al búlgaro. Directora editorial de Small Stations Press, actualmente está trabajando también en una disertación doctoral sobre la poesía de san Gregorio Nacianceno. En el 2022 recibió el Premio de Traducción PEN por su libro Ampliación cuarenta.
Малките гари
Като сенките да сме удължени под уличните лампи или под косите лъчи на слънцето, от нозете тръгващи, но и отгоре – сами път на себе си. Да споделяме светлината, но и да не спираме да вървим. Не краят, а посоката е важна. И когато седнем под лозница, чиято шарена сянка така прилича на разсъмването и сдрачаването, песен на птици, лай на кучета, да е камък насред пътя, върху който присядаме да починем. Такива истории за живота и смъртта. Пристигането е като онези малки гари, на които влакът спира за не повече от три минути.
Las pequeñas estaciones
Ser alargados igual que las sombras bajo las farolas o bajo los rayos sesgados del sol, desde los pies que se ponen en marcha, pero también desde arriba, solos camino de nosotros mismos. Compartir la luz, pero también no parar de andar. No el final, sino el rumbo es lo importante. Y cuando nos sentemos bajo el parral, cuya sombra colorida se asemeja tanto a la aurora y al crepúsculo, a una canción de pájaros, que un ladrar de perros sea una piedra en medio del camino, sobre la cual sentarnos un poco a descansar. Historias tales de vida y muerte. La llegada es como esas estaciones pequeñas, donde el tren se detiene no más de tres minutos.
Под ноктите на жертвата
На баща ми Стефан Еленков
Ако кожата има памет, както твърдят лекарите, значи къщата, на която се опря последния път, морето, в което плува, още помнят. Единствено роклите ми не помнят, защото ги нося на химическо чистене или често ги пера. Но морето ни, което е така затворено, че до него не достигат никакви течения, вертикалната стена под навеса, която не се мие от дъждове със сигурност помнят. Като човки на пеликани, като гърбици на камили задържат спомените за постни дни. Като ноктите на жертва, които още пазят косми от кожата на убиец.
Bajo las uñas de la víctima
A Stefan Elénkov, mi padre
Искрата в нас
La chispa en nosotros
Hay un filamento entre los muslos y el paladar. Un filamento del cual los órganos están colgados como el lavado. Pantalones de dos perneras, corsés, pañuelos de todos los tamaños. Cuando el viento hace remolino, el alambre se descuelga y toda la ropa cae a la vez. Hay un cable por el cual fluye corriente eléctrica y en sus dos extremos un clavillo de hebilla. A veces ocurre un corto circuito y acuden de la compañía de luz. Abren la tapa del contador de electricidad, colgado en la pared, verifican los sellos, pagas. Si no quieres pagar, te pasan el cable debajo de la tierra.
Traducción del búlgaro al español de Reynol Pérez Vázquez
De El séptimo gesto (Vaso Roto Ediciones, 2021)
Más poesía búlgara:
- Alexander Shurbanov: El reino de las sombras
- Amelia Lícheva: Pudor
- Ani Ílkov: Discurso sin palabras
- Aleksandar Vutimski: Poemas a un muchacho
- Hristo Smirnenski: ¡Que haya día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario