ENTREVISTA
EXCLUSIVA PARA DIARIO PROGRESISTA
ENTREVISTA
A JUAN FERNANDEZ ABAL
Juan
Fernández Abal (Vigo, 1989) Estudiante de último curso de comunicación audiovisual en la Universidad de Burgos
y activista social en nuevas fuerzas políticas.
“Me
parece que hay que subrayar que la universidad se ha convertido en una agencia
de colocación de personal en la economía neoliberal”
Eduardo Nabal: Hola Juan. ¿Qué te llevó a estudiar comunicación
audiovisual? ¿Te consideras más audio o más visual?
Juan
Fernández Abal: Respecto a mis motivaciones a la hora de elegir los estudios
universitarios, la respuesta es simple: me horrorizaba imaginarme en un futuro
próximo en un trabajo a mis ojos ''deprimente''. Esa tristeza abarcaba multitud de tareas: desde una cadena
de montaje como Citroën de tipo ''taylorista-toyotista'' o la ''autonomía'' de
estar detrás de una pila de papeles encerrado en un despacho, totalmente
aislado de la realidad. Es ilustrativo
que antes de venir a Burgos, hice un curso de derecho-económico en Vigo,
carrera que abandoné por el total desinterés. Y repito, la imagen de un
despacho me inquietaba cada vez más.
Elegir
comunicación audiovisual viene determinado por varios motivos. En ese momento
mi ''divertimento'' y mí pasión era el
cine: analizarlo, aislar sus partes para ir hacia el detalle, la funcionalidad
de la música, la alternancia de los planos... Por otro lado, aunque aún no era
tan consciente, todo el material digno de estudio que se esconde tras el medio
de masas por excelencia del siglo XX; habría que incluir la televisión, que se apropia
y articula su lenguaje, de forma noble o banalizándolo. Hay todo un mundo tras
el aparentemente ''lúdico'' cine. Abrumaría la cantidad de material que aborda
el cine desde diferentes perspectivas: feministas, sociológicos, políticos, sexuales,
culturales...basta recordar la capacidad que tiene el cine para modular los
gustos de los consumidores, o la creación de diferentes subjetividades de las
personas.
E.N:
Aunque la cosa ha ido cambiando, al principio, los profesores/as que daban la
asignatura o parte de ella poco o nada tenían que ver- así de entrada- con la Comunicación Audiovisual.
Al menos, eso me ha comentado y me he comprobado. ¿Crees que se empezó la casa
por el tejado o se aprovechó lo que había?
J.F.Abal: A
lo largo del temario de licenciatura en comunicación audiovisual (ahora solo se
oferta la diplomatura), hay numerosa asignaturas que a priori no parece que
tenga que ver con la carrera (como, por ejemplo, ''Historia del siglo XX'').
Aun conociendo la importancia crucial de esta asignatura, su implementación no
obedeció a intereses intelectuales o pensando
en la mejor formación del alumnado.
Esto es así por un doble movimiento. El primero por la creación del
título en la UBU:
se requiere la creación rápida de este título debido a la demanda de la carrera
y la escasa oferta de plazas existentes en el estado español. Es sabida la
necesidad de notas muy altas para acceder a esta titulación. Por otra el
descenso de matriculaciones en carreras ''humanísticas'' hacen necesarias
las recolocaciones, al menos parciales,
de un número de profesores, aunque, a priori, no eran siempre los más indicados.
Respondiendo
más claramente a tú pregunta. La casa se empezó por el tejado, y a la vez se
aprovechó lo que había. Es un problema que no circunscribiría exclusivamente a la UBU, si no que considero que
es una salida fácil al caos que se produce en las últimas tres décadas en este
ámbito, a la mercantilización de la universidad pública como el Plan Bolonia o
al reciente regalo de dos años de matriculación a la universidad privada con
sus másteres. No veo un futuro nada prometedor.
E.N: En
casi todas las carreras las asignaturas mas, digamos, “apasionantes” o
“prácticas”, suelen estar en el último curso. ¿Crees que eso desanima alumnado
o tiene su razón de ser?
J.F.A: En
mi caso, a pocos meses de finalizar la carrera puedo afirmar que las llamadas
asignaturas ''apasionantes'' no han aparecido por ningún lado. Alguna puede
gustar más o menos, pero la sensación es fría. Si esto produce desánimo en el
alumnado, me parece obvia la respuesta. Totalmente. Sin embargo lo enmarcaría
en un mapa más global. Me parece que hay que subrayar que la universidad se ha
convertido en una agencia de colocación de personal en la economía neoliberal. En
Burgos además el inmovilismo es casi una ley. Que la formación de las
personas no se base en las necesidades
sociales, y sean las que dicta el mercado y el interés privado me parece una
barbaridad de consecuencias devastadoras e impredecibles.
Y
profundizando más en el desánimo del alumnado, hay que remarcar que parte de
ese desánimo, es por las perspectivas de trabajo y colocación futuras. Si hay algo que enseña la historia
intelectual del trabajo de los últimos siglos, es que la relación entre el ser
humano y el trabajo está enormemente deteriorada. No ya desde una óptica como
la de Rousseau o Marx, sino también desde la concepción de trabajo ''animado''
del propio Adam Smith. No es casual encontrar cada vez más gente que desconozca
lo que quiere estudiar, o que no valore
el trabajo más allá del dinero percibido a final de mes.
E.N: No
eres de Burgos, creo. Los de aquí estamos hartos de muchas cosas supongo que
heredadas de otros tiempos. Cuando leí que iban a crear la cátedra Giménez Rico
me pareció terriblemente casposo. ¿Recomiendas la emigración o hay de todo en
todas partes?
J.F.A:
Así, de entrada, la emigración es un fenómeno económico de origen en el cual
una sociedad no es capaz de absorber un número determinado de ciudadanos para
darles seguridad vital. En ese sentido la emigración señala un problema
económico de gran envergadura. Es un fenómeno arraigado históricamente en
Galicia, una de las zonas más subdesarrolladas de España, y que funcionaba como
un ajuste económico duro. Buenos Aires se consideraba la quinta provincia gallega.
Lo estamos viviendo ahora mismo en el todo el estado. Desde este punto de
vista, la emigración es un fenómeno negativo.
Lógicamente,
el conocer otras culturas y vivir voluntariamente en otros países o regiones es positivo. Pero el ''mundo de las finanzas''
vacía de significado ese término, y lo resitúa con conceptos como ‘‘emprendimiento’’,
'' espíritu aventurero '', ''libertad personal''...el problema es que hay gente
que muerde su anzuelo.
E.N: ¿Crees
que el aula de cine de la UBU
debería servir para algo más que para poner cuatro películas al mes? Lo digo
porque yo estuve allí y había mucho dinero de por medio que no sé donde va a
parar.
J.F.Abal:
Siempre defenderé las ''inversiones'' que realizan las instituciones para poner
cine y socializar la cultura. No podemos caer en lo peligroso de despreciar
bajo criterios económicos la utilidad de la misma. Así que mejor cuatro
películas interesantes que ninguna. Pero por supuesto todo esto es ampliamente
mejorable. Respecto al dinero empleado, debería ser el justo, ni más ni menos,
y con la publicación de cuentas detalladas y de acceso público, claro e instantáneo. Pero en el Aula de Cine y en
cualquier otra.
E.N: ¿Te
sientes cerca del periodismo de investigación a lo Tom Wolfe o Dave Eggers? ¿Qué
opinas de este género en España? ¿Qué universo fílmico te resulta más próximo, el de David Lynch o el de Billy Wilder?
J.F.Abal: Estamos
en un país donde el periodismo de investigación tiene un nivel realmente bajo.
No olvidemos que venimos de una tradición política franquista y postfranquista,
en la cual hacer un periodismo serio significaba ir a la cárcel. Nos
''enganchamos'' brevemente a corrientes modernizadoras sobre todo en el período que va de los años
70-inicios 80) publicaciones de mucha
tirada como Interviú supieron dar la talla durante un tiempo. Sin embargo la
cultura salida de la transición, es una cultura altamente limitada y vertical
(De arriba a abajo, muy controlada), donde toda crítica seria es condenada al
ostracismo o a la caricatura. Los métodos de censura tienen un talante mucho más democrático. Sin embargo vienen
observándose grietas desde la irrupción esperanzadora del 15-M o Podemos.
Respecto
al cine, ambos son directores magistrales. En la pregunta parece implícita una
cuestión sobre, si prefiero a Billy Wilder el gusto del gran público, o del
minoritario-intelectual. Ambos son
necesarios y es muy variable esta percepción con el paso tiempo. El propio Lynch
ha reconocido la importancia de Wilder y otros clásicos en su cine.
Le auguro mucho público a la nueva temporada que saldrá en 2014 de Twin
peaks y un ''revival'' del original.
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