ORILLA
¿Acaso es verdad Granada? Granada
con sus alas
de saliva, cal y canto. Con sus
cipreses insonoros,
sin movimiento. Volátil rosa
de innumerables labios que nos
susurran
el alba y el drama y la sensual y
parca nada. Raptado
por constelaciones infinitas, el
grito del jardín de Tamarit
abrasa todo. Los mundos fluyen. Manan
verdes Lunas. Y se repiten
como si plegaria. Como latido
de enorme corazón. Inmenso llanto.
Como Granada,
que impávida rueda en los rápidos
de mi sentimiento. Granada,
pálida, enajenada,
a las orillas del temblor y de la
muerte,
y del amor que bruscamente brota
en el refrán opaco de la noche.
Granada |
Zhivka Baltadzhieva |
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