miércoles, 30 de junio de 2021

Poesía de Bulgaria: Entrevista con la revista "Espiral" sobre poesía contemporánea búlgara y traducción

 

ENTREVISTA A MARCO VIDAL, por María José Vargas Castillo para la revista Espiral (nº 26). Puedes consultar y descargar el número original en la web de la revista aquí.


Sobre la revista:

Espiral es la revista que edita la Consejería de Educación para Bulgaria, Hungría, Moldavia, Rumanía, Serbia y Turquía. Anteriormente se editaba como boletín. Inicia su nueva etapa como revista en 2020. Espiral consta de artículos de contenido académico, cultural y didáctico, y colaboraciones de diversos profesores y especialistas. Sigue un eje fundamental que es la enseñanza del español como lengua extranjera en las Secciones Bilingües, pero no es ajena a las investigaciones pedagógicas, lingüísticas o históricas tendentes a potenciar el acercamiento de España con los países de la región. Pretende ser un nexo de unión entre los diferentes países para compartir experiencias, poner en contacto a los profesionales de la educación y la enseñanza del español en la demarcación de la Consejería de Educación, y servir de plataforma a los trabajos e investigaciones en curso.

Unidad editora: Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. Ministerio de Educación y Formación Profesional

Propuesto por: Embajada de España. Consejería de Educación en Bulgaria

Puedes consultar todos los números de Espiral aquí

 

María José Vargas Castillo es graduada en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante, con mención en Lingüística Aplicada, concretamente, en Lingüística Clínica. Desde 2019 es profesora de Español Lengua Extranjera y de Literatura Española en el Instituto Bilingüe César Vallejo de Sofía, dentro del programa de Secciones Bilingües de la Acción Educativa Exterior del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España.


ENTREVISTA A MARCO VIDAL

 

Con el seudónimo de la Tortuga búlgara, el sanluqueño Marco Vidal González, escritor y eslavista, se dedica a la traducción y divulgación de la literatura y cultura búlgaras, además de publicar activamente en su blog la Tortuga búlgara. También, ha traducido cuatro libros de poesía: “Nueva Poesía Social. La Antología”, “Muchacha blanca”, “El muchacho azul” y “Urban Perfume”. En 2017, recibió el premio en la categoría de Prensa y Medios Digitales que otorga la Asociación de Periodistas Hispanohablantes de Bulgaria. Actualmente, reside en la capital uzbeca, realizando un lectorado MAEC-AECID.

 

¿Cómo surgió tu interés por la lengua búlgara y la literatura búlgara?


Mi interés por la lengua búlgara surgió a raíz del ruso, ya que al matricularme de Filología Eslava en la universidad tenía que escoger una segunda lengua. La elección fue totalmente casual, casi echada a suertes, pero lo cierto es que desde el primer momento que empecé a estudiar este idioma me llamó tanto la atención que acabó desplazando al ruso, que era el motivo fundamental por el que me matriculé en esta especialidad.


Mi interés hacia la literatura fue gradual y posterior a la curiosidad lingüística sobre esta lengua. Primero me llamó la atención su gramática (debido a la ausencia de declinaciones, la presencia de artículos, así como los llamados balcanismos), y posteriormente vino la poesía de Hristo Botev y Blaga Dimitrova.


¿Cuáles han sido los grandes retos a la hora de traducir del búlgaro al español?


Recuerdo una vez en clase de búlgaro, en la Universidad de Veliko Tárnovo, cuando la profesora dijo “la lengua búlgara tiene verbos para todo”. Es verdad. No solo que haya verbos para describir casi cualquier cosa, sino que el búlgaro, además, abusa de los prefijos verbales. Éstos añaden matices importantes a los verbos que en español a veces solo pueden traducirse con perífrasis verbales, lo cual en poesía suele descuadrar la longitud de los versos y el ritmo.

 



Según tu criterio, ¿cuáles son los temas de la poesía búlgara? ¿y, de la poesía búlgara actual?


Bueno, la verdad es que me queda aún muchísimo por leer, sobre todo a los clásicos. Es una deuda que tengo también con la literatura española. Puedo, sin embargo, hablar de poesía búlgara actual y concretamente de los poetas vinculados al movimiento Нова социална поезия (Nueva Poesía Social), fundado en 2016 por el poeta búlgaro de origen cubano Vladimir Sabourín.


En la revista de este movimiento he descubierto poetas muy interesantes que, desde diferentes estilos, evocan aspectos e imágenes propias del contexto búlgaro como la decadencia, la languidecida cotidianeidad, la pobreza sistémica y el paisaje urbano tan lleno de contrastes propio de Sofía.


¿Por qué crees que la poesía y la literatura no tiene un gran calado en las aulas?


Creo que obligar a leer desalienta el interés por la lectura... Recuerdo, además, cómo lo pasaba de mal en el colegio cuando me obligaban a leer lecturas obligatorias que no me llamaban en absoluto la atención. Esto me hizo rechazar durante años todo tipo de literatura.


Por otra parte, creo que estamos en un momento histórico en el que se premia lo instantáneo y lo efímero. Ya no necesitamos recurrir a una enciclopedia o un libro de historia para informarnos sobre un episodio histórico o un término desconocido porque lo tenemos todo al alcance de un clic en la wikipedia. Mi generación, y sobre todo las siguientes, somos la generación de la supuesta era de la información, que más que conocimiento lo que nos ofrece es un tsunami de informaciones a golpe de clic que nos atrapa y nos lleva de un enlace a otro enlace hasta el infinito. Después de dos o tres horas delante de una pantalla buceando en la red, ¿qué obtenemos? Normalmente una información superficial que desaparecerá de nuestra mente al cabo de unos días. Creo que todo esto es muy importante y sintomático de nuestra generación y del momento histórico que vivimos: no tenemos paciencia, hemos olvidado lo que es el aburrimiento, no tenemos interés por formarnos, por obtener conocimiento. Lo queremos todo mascadito y facilito. Y lo queremos ya.


La literatura requiere introspección, tiempo, paciencia... Y la poesía también. Por mucho que ahora estén surgiendo poetas instagramers, cuyo estilo, por cierto, se asemeja más a frases de coachers motivacionales – siempre con un filtro estupendo – que a la poesía en sí. La poesía, pese a su breve estructura frente a la novela, requiere introspección. Yo por lo menos un poema, por sencillo que parezca, no logro comprenderlo hasta la tercera lectura por lo menos. Y muchas veces necesito varias relecturas para sentirlo y vivirlo. ¿Está la sociedad del momento preparada para leer con detenimiento y reflexión una obra literaria? ¿No será más fácil ir a la wikipedia, darle a F5 y buscar las palabras claves «estilo» o «tema» y ver qué quería decir tal poeta?


Recientemente, has traducido un libro de Aleksandar Vutimski El muchacho azul. ¿Qué destacarías de la obra de este poeta?


Aleksandar Vutimski es el gran desconocido. Quizás debido a que, como comentas, no hay interés en las nuevas generaciones por la lectura (y mucho menos por la poesía), los poetas secundarios pasan casi al olvido. Sin embargo, creo que es un autor excelente que supo combinar en su obra tanto su grito más íntimo, como su grito social por un mundo mejor.


Algo sin duda destacable es que fue el primer poeta búlgaro en tratar la temática homoerótica en su obra. Aleksandar Vutimski era homosexual y reflejó en su poesía su deseo irrealizable y su atracción afectiva y emocional hacia los muchachos. Pero hay, también, otros temas muy interesantes en su poesía como la pobreza, la lucha social, el alcoholismo, el horror de la guerra, la soledad de la gran ciudad, la decadencia... Y todo siempre visto desde el azul de sus ojos. El azul es el color de lo inaccesible, de lo inalcanzable, del delirio... de la embriaguez. Su universo azul cautiva con su delicadeza.

 



Te interesas por la temática social, por la política y sociología, y además escribes en la revista Nueva Poesía Social. ¿Crees que la poesía y la literatura en general hacen del mundo un lugar mejor?


Creo que la poesía hace que los lectores reflexionen, cuestionen, e incluso puede darles valor y coraje para actuar. Puede que la poesía por sí misma no contribuya a que las cosas cambien pero sin duda hace que los lectores piensen, amplíen su horizonte e incluso los invoque a la lucha.

Estoy convencido de que cualquiera que lea este tipo de poesía, empezará a cuestionar el orden existente, reflexionará sobre los problemas del mundo y cuanto menos le hará preguntarse ¿por qué el mundo es así?

Otra cuestión es, sin embargo, cómo puede lograrse un cambio real. Pero una cosa está clara: si no reconocemos los problemas de nuestra sociedad, no habrá manera de cambiarlos. Y la poesía tiene, precisamente, la fuerza de hacer que el hombre-lector reflexione, cuestione y reconozca su condición y la de sus contemporáneos.


Para un lector que desconozca la literatura búlgara ¿Qué autores o autoras me recomendarías?


Para los que quieran conocer la parte más clásica de la literatura búlgara, a Hristo Botev. Para los que quieran oir la voz y preocupaciones de los millenials, a Elizabet Yóskova. Para los que quieran leer poemas que les dejen con una interrogante irresoluble, a Zhivka Baltadzhieva, Ani Ílkov, Rada Panchovska y Blaga Dimitrova. Para los amantes de la naturaleza, a Alexander Shurbanov. Para los que quieran leer poesía femenina actual sin etiquetas, a Aksinya Mihaylova, Kristin Dimitrova y Amelia Licheva. Para los que quieran recrear en su mente el paisaje urbano de Sofía y su decadencia, a Vania Válkova. Para los que quieran escuchar el íntimo desgarro desde la pobreza y falta de expectativas, a Ruzha Velcheva. Para los románticos de verdad – y no aquellos de frases ñoñas y superfluas que tanto vemos últimamente en instagram – pero que sepan apreciar y necesiten ese toque social tan necesario, a Aleksandar Vutimski. Para los que quieran leer poesía homoerótica, a Stanimir Panayotov, Nikolai Atanasov y Aleksandar Vutimski. Siempre Vutimski. Para los que necesiten poesía política que les haga cuestionarse su condición de asalariado, a Vladimir Sabourín. Para los que quieran poesía directa y clara, sin metáforas, y que logre removerle algo por dentro, a Kiril Vassilev. Para los que sepan ver la belleza hasta en el dolor y los tonos grisáceos, a Beloslava Dimitrova y Aycha Zaralíeva. Para los que quieran leer al representante del postmodernismo, a Zlatomir Zlatanov. Para los que quieran poesía social sin más, pero repleta de necesarias incógnitas, a Valeri Vergilov. Para los que quieran poesía sin etiquetas, a Stefan Ivanov. Para los que quieran ver a un extranjero escribiendo en búlgaro, al palestino Hairi Hamdan, al inglés Tom Phillips y a mí mismo, siempre que no suene demasiado pretencioso esto de autorecomendarse, claro.

 

Más información sobre mis libros:

- ¿Dónde se pueden adquirir mis traducciones?

- Poesía búlgara en el idioma de Cervantes, traducida por un joven bulgarista español 

- El sanluqueño Marco Vidal traduce una antología de poesía búlgara  


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