ENTREVISTA
A TOMÁS MARTÍNEZ, CANDIDATO DE IZAR POR ALMERÍA
Tomás
Martínez Peña es profesor de Secundaria interino, uno de los
despedidos por el gobierno andaluz de PSOE-IU en 2012, activista de
Marea Verde y afiliado a USTEA. Encabeza la candidatura de Izquierda
Anticapitalista Revolucionaria IZAR en Almería, lista que se
presenta al margen de la “confluencia” Podemos-IU con el lema
“Sus pactos para que no cambie nada, la lucha para cambiarlo todo”.
¿Por
qué hay candidaturas en Málaga, Granada y Almería de IZAR y no en
el resto del estado español?
En IZAR hicimos una apuesta desde la convocatoria del 26J por que
hubiera una lista anticapitalista amplia a nivel estatal que agrupara
a diferentes corrientes de la izquierda revolucionaria del estado
español auspiciada desde No hay tiempo que perder, el frente que
construimos, pero por esto no fue posible. Tomamos la decisión de
presentarnos como Izquierda Anticapitalista Revolucionaria porque
creímos imprescindible señalar que no hay anti-austeridad sin
impago de la deuda, sin enfrentarse a la patronal y a la mano tendida
al social-liberalismo que representa el PSOE, que las instituciones
no bastan y que un programa de este tipo hay que imponerlo en la
calle con la clase trabajadora y la juventud organizadas.
Son
las primeras elecciones para nuestra joven organización y debido a
la recogida de avales a la que nos obliga una ley electoral hecha a
medida del régimen, nos ha sido imposible presentarnos en todos los
territorios del estado en que estamos. A pesar de hacerlo en Málaga,
Granada y Almería todo IZAR está en campaña presentado con actos
el proyecto bajo unos ejes bien definidos que buscan superar el
“juego de trileros” de los pactos, ajeno al ataque de la troika
que está por venir, y plantear una salida anticapitalista y de
ruptura.
Hay
quien dice que no es tiempo de divisiones, que incluso está
dispuesto votar a Pablo Iglesias queriendo que salga Garzón. ¿Ves
este sentimiento como lógico o catastrófico a largo plazo?
Han sido varias veces las que he escuchado que nuestras candidaturas
eran suicidas porque este 26J la alternativa pasaba por Unidos
Podemos y la oportunidad hoy es histórica, que no hacemos la lectura
correcta del momento, etc. Antes de constituirnos en IZAR ya nos era
familiar este discurso. En el debate que se nos plantea sobre la
“unidad de la izquierda” hay que hablar de contenido programático
y aquí comprobamos que Podemos e IU son dos gotas de agua cuyos
intereses electorales han primado para unirse en coalición con un
acuerdo por arriba, más allá de las renuncias. En la práctica el
gobierno que Pablo Iglesias quiere compartir con el PSOE repite el
esquema andaluz Griñán-Valderas cambiando los pesos parlamentarios.
A
quienes queremos repartir la riqueza y atacar los beneficios de
quienes la detentan no nos sirve apelar a una mayoría interclasista
y con un discurso estético para derrotar al PP olvidando que el
ahora aliado PSOE fue el mismo que puso en marcha el programa de
reformas laborales, privatizaciones, pensionado, inyección para
salvar a la banca, etc. contra las clases populares que inició el
ciclo de movilización abierto por el 15M al que, irónicamente, se
refieren como parto de esta nueva y vieja izquierda conocida.
La
lucha está en las calles ha sido uno de los lemas de IZAR, no en las
urnas. Pero, ¿qué ofrece IZAR allí donde tiene candidatura?
La única oferta de IZAR en donde presentamos lista y en donde no es
la auto-organización de la clase trabajadora y la juventud que
estamos pagando la crisis capitalista para coger impulso en la lucha
y estar en mejores condiciones para enfrentarnos el 27J al próximo
envite. Gobierne quien gobierne el programa que defendemos las y los
revolucionari@s es el mismo: repartir el trabajo, prohibir los
despidos, no pagar su deuda, nacionalizar los sectores estratégicos,
expropiar las viviendas en manos de la banca, combatir las violencias
del heteropatriarcado, defender el derecho de autodeterminación,
etc.
Mientras
aquí nos entretenemos con especular qué rostro tendrá el nuevo
gobierno, nuestra clase se está jugando mucho más en Francia estos
3 meses que en las elecciones del próximo domingo. Estudiantes,
docentes, ferroviarios, carteros y más sectores golpean juntos a
Hollande y Valls y reconducen sus paros para frenar una reforma
laboral de manos del social-liberalismo con el que Unidos Podemos
quiere gobernar. Han vuelto a poner de plena actualidad la huelga
general, la herramienta más útil de la que disponemos. Para IZAR no
hay atajos. En Francia está nuestra brújula y programa.
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