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miércoles, 7 de enero de 2015

ENTREVISTA A ISABEL TERÁN


ENTREVISTA A ISABEL TERÁN



Isabel Terán (Santo Domingo, República Dominicana, 1997) es una joven estudiante en un país que lucha contra la pobreza y el nepotismo. Un lugar que pasa por momentos difíciles. Cursa el último año de secundaria y es aficionada a la literatura de distintos países.

"En nuestro país hay recursos pero se explota al trabajador/a, aumentando la distancia entre ricos y pobres"


Hola Isabel. ¿Como ves tu país, el futuro de la gente joven en la República Dominicana?

Los y las jóvenes de hoy en día en la República Dominicana tienen que desenvolverse en un ambiente con pocas posibilidades reales. Considero que el gobierno no ayuda a la juventud, no hay políticas juveniles, y los/as jóvenes somos el futuro de este país. Jóvenes optimistas y con ganas de superarse es lo que necesitamos.

¿Crees que hay mucha influencia de EEUU en la zona?

Uff si, muchas veces lo pienso y lo veo, y digo wohh estamos perdiendo nuestras propias costumbres y rasgos culturales para adoptar otras de países distintos. Por ejemplo el cine de Hollywood con películas como las de la saga "Crepúsculo" que llegan a todas la multisalas. Se prefiere que los jóvenes no piensen. Aunque en este momento el cine dominicano está conociendo un buen momento creativo, con excelentes profesionales a un lado y otro de la pantalla. Grandes directores, guionistas y escenógrafos. Mi actor favorito es Frank Perozo.

Os ha marcado la distancia con Haití o Cuba.

Si nos marcan. En el caso de Haití nos marca principalmente por las condiciones territoriales que una parte de nuestro territorio les corresponde a ellos. También por asuntos de economía dándose el caso de que Haití es poco productivo y la gran mayoría de sus habitantes se ven obligados a abandonar el país en busca de oportunidades o por simple supervivencia. Lo que refleja la crisis económica.



Tenemos una idea de Latinoamérica hermosa pero llena de conflictos raciales y machacada por sus gobiernos ¿Confiáis en ellos?

No confiamos en ellos ya que los recursos nunca llegan donde deberían llegar. Hay personas que si son racistas por lo que te dije anteriormente de que exigen una parte de territorio que no les corresponde y se comportan de manera brusca con los que no son sus iguales. Y considero que este país produce muchos alimentos. Incluso es minero, tenemos minas de oro, cobre, hauxita,niquel y mármol pero se explota al trabajador sin recursos. El beneficiario principal suele ser EEUU. Aumentando día a día la distancia entre ricos y pobres.

¿A la hora del estudio hay igualdad de oportunidades para hombres y mujeres?

En cuanto al estudio si existe igualdad. En cuanto a lo otro no creo que la gente esté en disposición de hacer esos cambios. Pero en el campo del trabajo y el salario hay diferencias muy machistas. Los hombres tienen más oportunidades. También de ocupar importantes cargos políticos. En el aspecto cultural también se nota ese desfase. Estamos en el país de los piropos. Yo me los tomo con humor. Ya estoy acostumbrada. También hay todavía algunas zonas en las que se rechaza al colectivo de gais, lesbianas y transexuales pero no todo el mundo piensa igual ni todas las familias son similares. Nos queda mucho que avanzar en esos temas.

¿Cuales son tus planes de futuro?

Me gusta todo lo que tenga que ver con la administración ya sea de empresas u hostelera. De momento me encantaría poder estudiar en la Universidad Complutense de Madrid.

martes, 9 de diciembre de 2014

Un profundo relato de una granaína exiliada en París

Escribo sobre el ordenador, porque así mis lágrimas no se las traga el papel.
La soledad de la exiliada económica, es doblemente soledad. Soledad de falta de relaciones, de falta de raíces, soledad de ausencia física de seres queridxs; por otro lado, soledad de incomprensión, de imposiblidad de tender redes fuertes. De que nadie puede entender tu dolor, tu ira, tu inadaptabilidad. Lxs de allá lo pueden intuir, lxs de acá ni lo pueden ver, ni imaginar, ni considerar.
Eres tú sola, chica, tú sola con tu malestar y tu desgarro. Con tus maletas y tu cama – que ni siquiera es tuya- por el suelo -de un cuarto prestado - tus recuerdos desechos y tu enfermedad, la crónica y la pasajera. El exilio y la amigdalitis.
Tú sola y este eco, este eco de tu llanto que tratas de calmar escribiendo, como si fuera un abrazo dibujándose sobre ti.
Un abrazo que nadie de tus susodichxs amigxs de Francia te ha dado o te va a dar. Porque aquí, cada cual tiene su pequeña vida, suya y de nadie más. Aquí que cada palo aguante su vela.
Y llamas a tu madre, y llamas a casa. Y te lo coje tu abuela, y ojalá que no piense que estás llorando o que estás triste, que piense que tu voz rara es fruto de las anginas. Pero ella lo sabe bien, y te dice que pronto vas a estar de vuelta. Que la navidad está a la vuelta de la esquina. Y lo que debería consolarte, lo que buscabas como último recurso de abrazo envolente, su voz y las palabras que te traen te hacen deshacerte más.
Yo lo que quiero es el retorno definitivo
Yo lo que quiero quemar esta ciudad deshumanizante, es gritarle a la gente la miseria emocional en la que malviven y a la que nos someten a lxs migrantes de los sures. Y ahora sí que sí, y es lo que llevo estos dos años diciéndome, prefiero la miseria material a la que nos condenan en mi país que esto, que esta desolación de muerte total de lo común, del cuidado y del apoyo mutuo real. Es la reducción de las relaciones humanas a una inversión de tiempo interesada, calculada, estratégica. Y cuando estás enferma, y no tienes casa, y estás hasta el coño de trabajar, te llenaría de amor que al menos una persona de las que estimas pasase un puñetero sábado por la noche contigo. Aunque no te quede voz y tengas cefáleas. Que te coja la mano y os miréis una peli.
No, no es pánico a estar sola, como lo traducen lxs francesitxs. Es pánico al régimen individualista obligatorio, forzado. Es el cúmulo de muchas noches de precariedad vivida aisladamente, de ausencia de solidaridad en la vida cotidiana, de espacios festivo-políticos, de lugares liberados de la lógica mercantilista, de relaciones genuinas con gente alegre, rebelde, sociable. Es vivir en la carne la violencia de baja intensidad de un capitalismo feroz que se expresa hasta en las relaciones sociales. Un día, y otro y otro. Es pasarse el día del metro a la facultad, de la facultad al metro, del metro al curro, del curro al metro, del metro a casa (si es que tienes). Rodeada de desconocidxs de caras largas mirando por encima del hombro. Amargados de una existencia en una ciudad que ni tratan de cambiar.
En mi tierra, al menos, la noche era nuestra y la gente se miraba a los ojos, se reconocían, incluso (increíble pero cierto ), se hablaban, se sostenían.
Cuando estamos más vulnerables, más sucumbimos a la tentativa de huir, de coger la vía rápida. Más ganas tenemos de mandar al carajo todo. De coger las cuatro bolsas y volverse a la tierra de una, aunque sea haciendo auto-stop. De mandar a la mierda la carrera a medio acabar, el currito, las amantes líquidas, los eternos posibles, la búsqueda eterna de un techo y de un tiempo propio, de un proyecto colectivo empoderante, de un espacio libre de machirulos con los que no tenga que acabar a hostias. Y allá, en Hispañistán, claro que también es la guerra sistémica. Pero la guerra no la emprendes entre lxs tuyxs ni en tus relaciones interpersonales como norma reguladora. Para eso ya está la gran política, el Estado, los agresores, la pasma. Aquí incluso entre bolleras radicalas anticapitalistas se condenan al ostracismo, se humillan, se lanzan acusaciones, entran en una dinámica de competencia que raya el absurdo. La vida te la hacen imposible hasta tus "aliadas". Y qué te queda entonces ¿ qué te queda? ¿soñar el regreso mientras vives en una pesadilla.? Nunca había deseado tanto volver a un futuro incierto...pero tan lleno de vida, de respuesta colectiva, de sostenimiento mutuo ¿Qué beca, qué subsidio irrisorio de la République, que trabajo a 9 pavos la hora vale todo eso y lo que no evoco?



Lucía Franca 

domingo, 19 de octubre de 2014



"Pensé que lo mas inhóspito que había visto hasta ahora eran las avenidas moscovitas sobre las que marchan un gran contraste entre coches y buses sucios soviéticos y lujosos vehículos de ultima gama a toda velocidad.
Pero no, me equivocaba... Lo mas inhóspito es cuando la ciudad de Sofia te recibe nublada, con niebla artificial, oliendo a quemado y cuando al fondo de cualquier lugar ves algún que otro camión de bomberos, sin sirena. Entonces empieza a llover y, sin embargo, todo esto es una suma al paisaje que siempre veras en Sofia: niños gitanos pobres, muchos pobres, que pasan desapercibidos de las miradas ajenas.

Aqui tenemos el lugar mas inhospito y extraño, aunque solo sea durante unas horas. Y no precisamente por los niños gitanos que deambulan descalzos por las calles...
 "



Barrio gitano en Stara Zagora, Bulgaria


Poesía búlgara contra la guerra: Un poema de Román Kissiov (1962) en búlgaro y en español

Roman Kissiov (Kazanlak, 1962) es poeta, artista y traductor de poesía. Se graduó de la Escuela Superior de Arte de su ciudad natal y de la ...